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En la actualidad, el fenómeno de la internacionalización ha permitido dotar de viabilidad a un gran número de empresas. Pero, en otros casos, el desconocimiento del país sobre el que se desea invertir en aspectos tan fundamentales como los económicos, regulatorios, arancelarios, políticos, sociales e incluso culturales, han supuesto una considerable pérdida económica.
Para evitar esto es importante realizar un estudio pormenorizado de la situación del país al que se quiere dirigir la empresa. En este sentido, se pueden hablar de tres tipos de peligros:
1. - El riesgo político: se refiere a la posibilidad de sufrir pérdidas patrimoniales por la actuación gubernamental, fuerzas políticas o sociales del país anfitrión, o de países vecinos que pueden afectar a éste. Normativas, leyes, estados de guerra o conflictos, entre otros se enmarcan en este apartado.
2. - El riesgo económico-financiero: hace referencia tanto al grado de incertidumbre sobre los resultados operativos del proyecto de inversión, como a la incertidumbre asociada al grado de dificultad para hacer frente a la deuda contraída para llevar a cabo dicho proyecto debido a las características del país.
3. - El riesgo país estricto: es el que se asume por el hecho de adquirir activos financieros emitidos por entidades de un Estado extranjero, o por conceder préstamos o créditos a residentes en el mismo. En concreto, se refiere a la posibilidad de que, globalmente respecto a dicho Estado, el cobro de los dividendos, intereses y/o principal de la deuda se retrase o no sea posible.
El estudio y creación de un Informe Riesgo País por parte de profesionales, permitirá reducir o minimizar los posibles peligros a la hora de exportar o iniciar una actividad empresarial en otro estado. En este sentido, dicho informe debe contener:
* Un estudio y análisis cuantitativo de las principales variables económicas del país consultado
* Un informe pormenorizado de la situación geopolítica del mismo
* Una aproximación al panorama comercial y previsiones de futuro
* Una actualización periódica de la situación particular del país consultado
El trabajo conjunto entre la gestión del riesgo empresarial y la empresa posibilitará que este documento sea una garantía para salvaguardar la actividad en el extranjero, minimizando los problemas y anticipándose a ellos.