Investigación de siniestros

La investigación de siniestros en el ámbito de la empresa es una de las líneas de Gestión de Riesgos Empresariales que desarrolla Talasegur. Para realizar un trabajo exhaustivo, nuestros profesionales utilizan diversos métodos de investigación con el objetivo de conocer los hechos que han contribuido a la consecución del accidente.

En este sentido, y como especialistas peritos, nuestro objetivo es reconstruir las circunstancias que había en el momento inmediatamente anterior al accidente y que permitieron o posibilitaron la materialización del mismo.

Así, en un primer momento se recaban todos los datos sobre tipo de accidente, tiempo, lugar, condiciones del agente material, condiciones materiales del puesto de trabajo, formación y experiencia del accidentado, métodos de trabajo, organización de la empresa... y todos aquellos datos complementarios que se juzguen de interés para describir cómo se desencadenó el accidente.

Después de este primer paso de toma de datos, que realizamos no sólo in situ, en el propio lugar del accidente, sino también con declaración de testigos e investigación de antecedentes, se pasa a una segunda fase de investigación propiamente dicha. Aquí, nuestro equipo trabaja con distintas líneas; podemos ejemplificar con la imagen de un árbol que tiene varias ramas y en cada una de ellas cuelga un elemento único de análisis. En la raíz del árbol, el suceso último, el siniestro. En sus ramas, los distintos condicionantes.

Con este diagrama de trabajo se van analizando todos los hechos para dar una respuesta al interrogante principal: ¿qué ocurrió para que se desencadenase el siniestro?

Conseguimos así identificar problemas de fondo que originaron las condiciones en las que sucedió el accidente y contar con toda la información necesaria para, en caso necesario, defender a nuestro cliente ante aseguradoras. Del mismo modo, nos permite trazar un camino en la gestión de riesgos empresariales que minimicen los riesgos de la empresa e intentar evitar otros siniestros.

Las conclusiones deben traducirse en un plan de trabajo, con fechas, acciones concretas, objetivos, responsables, debe ser además objeto de un seguimiento en cuanto a su cumplimiento y a su eficacia.