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El phishing es una modalidad de estafa que intenta obtener de un usuario sus datos, claves, cuentas bancarias, números de tarjeta de crédito, identidades y cualquier tipo de datos que puedan ser utilizados de forma fraudulenta. Esta práctica persigue engañar al posible estafado suplantando la imagen de una empresa o entidad pública.
El phishing puede producirse de varias formas, desde un simple mensaje a su teléfono móvil, una llamada telefónica, o las más usadas, utilizando una web que simula una entidad y la recepción de un correo electrónico.
Una de estas maneras, el uso de una página web suplantada, consiste en simular visualmente la imagen de una empresa o institución con el objetivo de que el usuario facilite sus datos privados. La más empleada es la "imitación" de páginas web de bancos, siendo el parecido casi idéntico pero no oficial. Tampoco olvidamos sitios web falsos con señuelos llamativos, en los cuales se ofrecen ofertas irreales.
En estos casos, si la web de nuestra empresa ha sido víctima de una suplantación de identidad o 'phishing', las distintas normativas aseguradoras ya permiten contar con nuestra Responsabilidad Civil cubierta. Es decir, si somos víctimas como emresa de un secuestro de nuesro sistema, ya podemos configurar soluciones aseguradoreas para minimizar las consecuencias. En Talasegur ya estamos preparados con productos especiales para conseguirlo.
Otro caso muy distinto es el del particular que pueda ser objeto de esta estafa; como ejemplo, si nuestra web ha sido atacada y un particular sufre estas consecuencias, bien al adquirir un producto o un servicio, facilitar una información o dato privado o realizar cualquier acción de compra, el estafado NO tiene cobertura como víctima de un secuestro de página. En la actualidad las normativas aún están trabajando en esta más que habitual situación de riesgo.
Por tanto, para la empresa lo importante es conocer que ya tienen productos especiales para proteger su responsabilidad civil en casos de phishing; además, hay que recordar que hay que cumplir con la normativa de Protección de Datos para que las pólizas de seguros puedan cubrir los errores y las consecuencias de un ataque cibernético.
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