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Cualquier negocio o empresa debe considerar como parte indispensable de su actividad el registro de su marca, ya que será precisamente este nombre el elemento que le distinga de su competencia.
El registro de una marca es por tanto una necesidad para la empresa, avalada por tres premisas fundamentales:
* Es la manera de tener la propiedad de dicho nombre, lo que nos confiere el derecho en exclusiva sobre su uso
* Podremos defendernos ante terceros ante una utilización indebida, imitación o usurpación de la misma
* Nos dará la garantía para comercializar nuestros productos o servicios, tanto en territorio nacional como internacional
En este sentido, hay que saber que la legislación española, y también en la mayoría de los países, considera el derecho de propiedad sobre la marca al estar registrada correctamente (Art. 2 Ley de Marcas).
Es decir, ¿quién debe registrar una marca? Pues todos aquellos que deseen usar este nombre como identificativo de sus productos y servicios tanto de carácter profesional como comercial. Y ¿qué es lo que protege? Nuestra imagen distintiva frente a la competencia, su carácter exclusivo y original, su posicionamiento en la mente de los potenciales clientes, y su uso con objetivos publicitarios y de promoción.
Al registrar nuestra marca, blindamos nuestra "carta de presentación" hacia nuestro mercado. En el caso español, este registro se realiza en la Oficina Española de Patentes y Marcas, que es el organismo público responsable tanto de registrarlas como de concederlas en sus distintas modalidades. Además, este organismo define tres elementos a diferenciar: marca, nombre comercial y denominación social.
* La marca es un signo que permite a los empresarios distinguir sus productos o servicios frente a los de sus competidores
* El nombre comercial es el signo o denominación que identifica a una empresa en el tráfico mercantil y que sirve para identificarla, individualizarla y distinguirla de las demás empresas que desarrollan actividades idénticas o similares.
* La denominación social es el nombre que identifica a una persona jurídica en el tráfico mercantil como sujeto de relaciones jurídicas y, por tanto, susceptible de derechos y obligaciones.
No dudes en proteger tu negocio registrando tu denominación, sea cual sea. En Talasegur ponemos a tu disposición nuestra experiencia en este campo y te asesoramos a la hora de validar todo el proceso.