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Según datos del último informe publicado por Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Pediatría, una temperatura exterior de 20º puede subir la temperatura en el interior del vehículo hasta los 40º. Un menor que permanezca solo en el interior de vehículo durante tan solo 10 minutos puede sufrir un golpe de calor, una circunstancia que se manifiesta con mareos, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia.
Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, alerta sobre este peligro. “Para prevenir situaciones de riesgo es clave que no dejemos a los niños solos en el coche, ni siquiera por un minuto”, advierte. También aconseja que “después de aparcar se debe cerrar bien el vehículo para que los más pequeños no entren por su cuenta, así como colocar algún objeto personal (bolso, llaves o teléfono) en la parte trasera para que nos recuerde que hay un menor que no puede quedar abandonado”.
En caso de que el golpe de calor ya se haya producido, María Jesús Esparza, pediatra y secretaria del Comité de Prevención de Lesiones Infantiles, de la Asociación Española de Pediatría, señala que “si el menor está consciente, hay que tumbar al niño boca arriba en un lugar fresco, aflojarle la ropa, colocarle compresas frías y ofrecerle agua”. Tan pronto como se recupere es importante trasladarle a un centro sanitario para que le examine un médico. Asegura además, que “la mayoría de las víctimas por hipertermia tienen menos de 5 años, lo que se debe principalmente a que su temperatura corporal se incrementa mucho más rápido que en un adulto y su sistema respiratorio, que aún se encuentra en desarrollo, también les hace más vulnerables al calor”
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